En búsqueda de la perfección

Es evidente que hoy en día se presenta una fuerte presión con respecto a la apariencia, pues como ya se mencionó anteriormente, se ha impuesto un protótipo de belleza considerado como perfecto y que por ende, todos deben de buscar alcanzar. No obstante, es necesario entender  que el cuerpo que se muestra por los medios en general es un cuerpo que se aleja de la realidad, pues no deja espacio para las imperfecciones. La delgadez, mostrada como modelo de belleza, felicidad y éxito, excluye a una gran parte de mujeres, puesto que no hay lugar para aquellas que son gruesas y por ende “imperfectas”. Estos modelos son bastante peligrosos ya que no fomentan al amor propio, sino al contrario.

 

En definitiva, en cuanto a lo que la construcción del cuerpo refiere, lo ideal es ver más allá de lo aparente y de la plasticidad que nos rodea, para así, reconocer al ser humano, y en especial a la mujer, por sus capacidades, virtudes y defectos. Esto con el fin de alejar al individuo de una perfección inexistente, para de este modo, acercarlo a su verdadera esencia en donde no exista banalidad ni superficialidad alguna. Lo importante es lo de adentro, pues la belleza es efímera y subjetiva, por ende, no deberia de ser medida por parametros ya que cada quien es bello a su manera. El amor propio es indispensable para una buena calidad de vida, razón por la cual, dicho amor por uno mismo así como un alto autoestima han de ser fomentados por encima de una imagen errada de "perfección".